MICROCUENTO
Hola blogeristas aquí lanzo otra nueva entrada de un microrelato, espero que os guste.
Al frotar aquel jarrón viejo apareció de la nada un genio que
quería concederme dos deseos, pero sin embargo yo rechacé su propuesta, pues
hoy por hoy lo tenía todo.
Bajo mi punto de vista a él sí que le hacía falta que le
concedieran varios deseos ya que hacia doscientos años que no salía de aquel
jarrón. Estaba viejo, descuidado y olía muy mal. Me convertí en su genio y le
ayude a ducharse, le prepare una suculenta cena, y los más importante, estuve
hablando con él horas sin parar, contándole todos los avances del mundo.
Aquella noche dormimos genial, aunque me costó que el genio
se callara, todo le parecía increíblemente novedoso.
Desde aquel día fuimos haciéndonos más y más amigos,
disfrutando el de mis experiencias y yo de su sabiduría.